Aquellas instituciones religiosas que estén inscriptas en el Registro Nacional de Cultos, podrán abrir sus puertas bajo un estricto cumplimiento de protocolos.
En el Municipio de Lanús se habilitó el ingreso a parroquias y templos locales de las distintas confesiones religiosas sólo para el rezo y la oración individual. Además, se autorizó la práctica de actividades litúrgicas y celebraciones al aire libre con un máximo de 20 personas.
Está disposición está acorde con las aperturas permitidas para distritos donde rige la fase 3, en relación a la evolución de la pandemia del coronavirus.
A partir de la habilitación a la que adhirió y comunicó el Municipio, cada líder religioso de las distintas confesiones y credos deberá observar y hacer cumplir el estricto protocolo de seguridad sanitaria, asumiendo la responsabilidad del cuidado de sus feligreses.
A fin de prevenir y controlar la propagación de la enfermedad por coronavirus, la permanencia dentro del templo se establecerá por turnos de 20 minutos, con intervalos de 10 minutos para limpiar e higienizar el lugar antes de que ingresen nuevas personas.
Los lugares de culto a los que los creyentes podrán recurrir serán los de cercanía, bajo indicación de uso de tapaboca y nariz, que será obligatorio en todo momento. También, se contará coon la presencia de personal auxiliar para asistencia y toma de temperatura y suministro de alcohol en gel.
Ya dentro del templo se mantendrá una distancia mínima entre personas de 2 metros hacia cada uno de los lados y la institución religiosa ubicará los bancos de manera adecuada, retirando aquellos asientos que sobren.
Con respecto a la reapertura de actividades religiosas al aire libre, el Municipio de Lanús hará atender la metodología apropiada para garantizar la salud de quienes concurran a celebraciones, ceremonias y sacramentos, que en ningún caso podrán exceder las 20 personas.
Bautismos, bodas, confirmaciones, bar mitzvah, brit milá, entre otros, podrán celebrarse presencialmente en los establecimientos siempre garantizando que sean al aire libre y con un distanciamiento personal no menor a 2 metros.
Junto a las mismas recomendaciones sanitarias que para el rezo individual, la autoridad religiosa deberá atender la prohibición de saludos con besos, abrazos, apretones de manos o cualquier otra forma de demostración de afecto que implique el contacto físico entre personas.