Los segundos sábados de cada mes ofrecen vacío, bondiola, chorizos y hamburguesas, en porciones o sandwich. Los ingresos serán utilizados para mantenimiento.
Miembros del cuartel de Bomberos Voluntarios de Dock Sud, de Avellaneda, relanzaron “La Parribomber”, una parrilla instalada en el frente de su sede donde venden diferentes cortes de asado a vecinos de la zona, con el objetivo de solventar los gastos que deben afrontar por sus tareas: la siguiente edición se llevará a cabo el próximo sábado.
Las personas interesadas en degustar los sabrosos platos deben acercarse a Facundo Quiroga 1364, a partir de las 11.30, horario de inicio de la venta al público, y, aquellas que quieran comer en sus casas o en otro lugar, tienen la posibilidad de hacer su pedido a domicilio mediante un llamado telefónico al 4222-6756 desde el viernes anterior.
El suboficial mayor y uno de los parrilleros que forman parte de la iniciativa, Miguel Linero, comentó “la idea surgió alrededor de 2009, pero por varios años se dejó de concretar por temas organizativos y un poco por cierto desgaste del personal, ya que resultaba algo cansador el armado de la logística”.
“En ese tiempo, se realizaba al mediodía y a la noche. Sin embargo, ahora la llevamos a cabo el segundo sábado del mes. El próximo es el 11 de junio, así que lo esperamos a todos”, mencionó con tono de buena expectativa.
La oferta gastronómica de “La Parribomber“ es la siguiente: vacío, bondiola, chorizos y hamburguesas. “Vienen en dos formatos: en porciones o sandwich“, aclaró.
Asimismo, destacó que lo recaudado de las ventas es destinado “a las prioridades y necesidades del momento en el que nos encontramos”. Al respecto ejemplificó con “reparación de cierto material, insumos de mantenimiento edilicio y de las unidades, o también para cubrir algún gasto de amoblamiento de determinadas partes de las instalaciones”.
“No se olviden que somos voluntarios, pero seguimos pagando luz, gas e internet. Todos los servicios que se necesita en cualquier domicilio como cuartel”, enfatizó.
Asimismo, recalcó que “la pandemia fue una situación compleja, debido a que se perdió la cobranza de los socios que se hacía puerta a puerta”.
No obstante, señaló que “pudimos subsistir con el subsidio anual de Nación y Provincia. También la ayuda de la Municipalidad de Avellaneda, fue muy importante dado que siempre nos pregunta las necesidades que tenemos y nos acompañan, al igual empresas del barrio que colaboran”.
“La mercadería se compra con la ayuda de nuestra escuadra de reserva, cuerpo activo, amistades y familiares. Los comerciantes del barrio nos hacen un buen precio. No los nombramos para no olvidarnos de ninguno. Sin embargo, estamos eternamente agradecidos con todos ellos”, cerró.
Fuente: El Sureño