La producción está a punto de reiniciarse, al recibir la materia prima, tras haber elaborado mil por mes entre setiembre y diciembre. Los venden a 150 pesos a empresas y particulares, y parte los donan.
Un cooperativa textil de Florencio Varela retomará en abril la confección de los “súper barbijos” del CONICET, que brindan una mayor protección contra el coronavirus a diferencia de los comunes, tras quedarse sin stock y sin la tela especial para fabricarlos en diciembre.
Se trata de la Cooperativa Textil Varelense, que se encuentra instalada en Avenida San Martín 1555, y que, antes de la interrupción de la producción, realizaba mil barbijos por mes y los vendía al valor accesible de 150 pesos. Dicha actividad, permitió sobrevivir a la planta y a sus trabajadores en el difícil contexto económico que provocó la pandemia.
Ahora, con el ingreso de la materia prima, la tela Atom Protect, que contiene triple capa porque es antihongos, antibacterial y antiviral y que resiste alrededor de 20 lavados, los empleados se preparan para iniciar la confección en abril.
La presidenta de la cooperativa, Verónica Soria, declaró que “empezamos a confeccionar los super barbijos en septiembre. Ahí se inició una tanda que se llevó a cabo hasta diciembre cuando se terminó de hacer todos los pedidos y la tela que obtuvimos. Realizamos un total de mil unidades por mes”.
Consultada por la actualidad de la actividad, señaló que “por el momento la cooperativa no está confeccionando desde diciembre”, al tiempo que aclaró que “hace poquito, alrededor de dos semanas, recién se consiguió la tela autorizada. Ahora, comenzó a desarrollarse la logística para cortar y distribuir las telas a las diferentes cooperativas, entre las que se encuentra la nuestra”.
Asimismo, subrayó que “estimamos que comenzaremos a fabricar en abril. Los barbijos serán destinados a la venta a particulares y a empresas, y una parte será donada a entidades sociales”.
Además, resaltó la ayuda que “brinda la cooperativa al asociado porque el año pasado fue muy duro ya que la pandemia modificó todo en la vida personal como laboral”, y recalcó que la planta “siente mucho orgullo. Es una satisfacción confeccionar los barbijos y ver que los mismos les sirve a las personas para su cuidado y de sus familias”.