Ubicada en Hipólito Yrigoyen 2400, entrega 70 raciones los martes y jueves a personas de la calle. Piden donaciones y voluntarios para cocinar y distribuir la comida.
La Parroquia San Pedro Armengol de Gerli abrió la convocatoria para que se sumen voluntarios a su campaña “Olla de la Caridad”, en la cual entregan alrededor de 70 raciones de comida a personas en situación de calle los martes y jueves, respectivamente, al tiempo que solicitan la donación de mercadería para poder elaborar los platos.
Instalada en Avenida Hipólito Yrigoyen al 2400, en el punto de unión de Lanús con Avellaneda, la iglesia comenzó con esta actividad, a partir de la flexibilización de las medidas de aislamiento por el coronavirus, a lo largo de la citada arteria. Como la demanda va en crecimiento, necesita incorporar vecinos para poder cubrirla. Con ese objetivo, los interesados pueden escribirles un mensaje a su cuenta de la red social Facebook: Parroquia San Pedro Armengol.
También, cuentan con la oportunidad de enviar un WhatsApp a los siguientes números: 11-5142- 3681 o al 11-6095-0418.
Tres vecinas impulsoras
La feligresa Silvina Romero es la que impulsó la iniciativa junto a las vecinas Viviana Tallarico y María del Carmen Lazarte, con la intervención del párroco Antonio Mario Ghisaura.
Al respecto, Romero explicó que el llamamiento cuenta con una triple misión: “La primera es que necesitamos personas que nos ayuden en la cocina. La segunda se centra en la necesidad de contar con más gente en las recorridas y en la distribución de la comida. En este aspecto, a veces, como máximo, somos 6”.
Bajo el mismo contexto, precisó que “los que colaboran en la cocina no se quedan en la distribución de los alimentos porque algunos ya son mayores de edad y les cuesta caminar”.
“Los que participamos de la olla de la caridad sentimos que hacemos un retiro espiritual porque ayudamos al otro. No nos quedamos con los brazos cruzados porque queremos que la situación de aquellas personas en situación de calle mejore”, añadió la voluntaria.
Asimismo, se mostró emocionada al describir las reacciones de aquellos que reciben la asistencia: “Es realmente conmovedor ver los rostros de agradecimiento por parte de ellos. Nos dicen que comer un plato caliente es como ´estar en un hogar´ y eso actúa como un impulso para poder continuar con la tarea que llevamos a cabo los martes y jueves”.
En lo que se refiere al tercer aspecto, desarrolló que su finalidad se trata de “convocar a hombres y mujeres que tengan la intención de colaborar en la clasificación de indumentaria y calzado. En las recorridas, llegamos a encontrar a personas con chancletas en pleno invierno. O desabrigadas”.
Romero también mencionó que la comunidad también puede ayudar con el aporte de mercadería para la elaboración de los guisos. “Llegamos a quedarnos sin mercadería porque con la pandemia todo empezó a complicarse. Son muy bienvenidas las donaciones de verduras, como zapallo, cebolla, morrón, papa; arroz y fideos; y carne, ya sea vacuna o de pollo. Siempre viene bien alimentos proteicos para cocinar los platos”, comentó.