El horrible panorama sacudió a los vecinos en la madrugada de ayer. Un total de 16 animales murieron luego de comer trozos de pan y pollo con una sustancia letal.
Al menos doce perros y cuatro gatos fallecieron tras comer trozos de pan y pollo envenenados, que fueron arrojados por delincuentes que robaron en la zona de quintas del Parque Pereyra Iraola de Berazategui, causando gran indignación en la comunidad. En una de las viviendas se llevaron dinero en efectivo, entre dólares y pesos, y hasta un arma de fuego.
La matanza de animales sucedió en la madrugada de ayer y los efectivos de la Comisaría 4ta. de Hudson se acercaron a la zona para realizar las investigaciones pertinentes, aunque todavía no hay detenidos. Sin embargo, los ecologistas aseguraron que no es la primera vez que sucede un episodio como este.
El proteccionista Fernando Pieroni anticipó que, “junto a la Asamblea del Parque Pereyra Iraola, realizaremos la denuncia judicial. Lamentablemente no es la primera vez que sucede, es más, te diría que el envenenamiento a animales es una práctica que se está repitiendo seguido”.
Con respecto al episodio de ayer, enumeró que fueron “doce los perros y cuatro gatos que fallecieron. Murieron tras comer trozos de pollo y pan que tenían un veneno potente. La gran mayoría perdió la vida en el acto y algunos pocos agonizaron entre la madrugada y gran parte del día”.
En este sentido, indicó que “son animales de viviendas que están en un tramo de 10 cuadras. Arrojaron esa comida adulterada a lo largo de ese trayecto”.
Además, puntualizó, que al cierre de esta edición, había “tres perros en el veterinario. No sabemos cómo van a evolucionar, ya que, como dije antes, es muy fuerte el veneno. Lo suficiente como para matar a un perro de 25 kilos, como los que hay en las quintas. Nosotros levantamos muestras para llevar a analizarlas”.
Asimismo, declaró que el envenenamiento a los animales se produce con fines de robo, y esta no fue la excepción: “Matan a los perros para que puedan entrar a robar tranquilamente. Al dueño de una quinta, al que le mataron el perro, le robaron dinero. Le llevaron dólares y pesos, y hasta un arma de fuego que tenía registrada. El hombre no se encontraba en su casa en el momento del hecho y cuando volvió se topó con esta noticia”.
En el mismo sentido, dijo que, en otra de las vivienda del Parque Pereyra, “un vecino, alertado por dos de sus perros, notó que habían entrado a su predio y los sacó corriendo con disparos en la madrugada. Pero cuando regresó, notó que uno de los perros estaba en mal estado de salud. Parece ser que, cuando fue con su dueño a ver lo que sucedía, comió uno de los trozos de pollo”.
En tanto, los Guardaparques del Parque Pereyra, a través de su cuenta de Facebook, consideraron que fue una jornada “muy triste, fue triste hablar y escuchar a cada una de las familias de nuestros productores. Están doloridos porque, además de los robos, ellos amaban a sus mascotas”.
Finalmente, se preguntaron “qué hubiese pasado si ese veneno entraba en contacto con los niños de las quintas. Esto no puede volver a suceder”.