En Blanco Encalada 2338 de Lanús ofrece un lugar donde pueden bañarse, lavar sus ropas, contar con clases de apoyo, practicar boxeo y mirar televisión.
Un espacio vecinal de Lanús readecuó sus instalaciones para crear un centro de día destinado a personas en situación de calle donde pueden bañarse, lavar sus ropas, contar con clases de apoyo, mirar televisión y hasta recibir la cena al menos dos veces por semana si cuentan con las donaciones de alimentos.
El parador, que también ofrece juegos de mesa y prácticas de boxeo, funciona de lunes a sábados de 13 a 20 en el sitio denominado Julio Brignole, ubicado en Blanco Encalada 2338, donde concurren alrededor de 30 personas de diferentes puntos del distrito. En algunos casos, los que llegan allí viven bajo techo, pero carecen de los servicios básicos.
Campaña de difusión
En este sentido, lanzaron una campaña de difusión para todos aquellas personas que conozcan a alguien que lo necesiten y señalaron que pueden comunicarse con los integrantes del espacio a través de los celulares 11-6760-8091, 11-7708-3270, o al 11-5965-2594. Asimismo, mencionaron que además cuentan con la posibilidad de escribir un mensaje privado a su red social Facebook Espacio Vecinal Julio Brignole.
El referente del sitio, Daniel Brignole, comentó que la idea original del Julio Brignole fue constituirse como un lugar para actividades culturales, pero “con la llegada de la pandemia de coronavirus cambió el panorama por completo, ya que las necesidades del barrio empezaron a ser otras, comenzamos a repartir mercadería, juntar remedios para alguna vecina y efectuar diferentes cosas para asistir a aquellas personas que no podían salir a trabajar. Sin embargo, cuando todo retornó a una cierta normalidad, notamos que había muchos desocupados, que estaban imposibilitados de pagar sus piezas o casas y que por eso se quedaron en la calle”.
“Primero, surgió la ducha, luego la merienda, y después organizamos las actividades para que puedan pasar la tarde y de esa manera pasó a ser un centro de día, para el cual reforzamos con internet, televisión por cable, clases de boxeo”, repasó.
Posteriormente, planteó que “en determinadas ocasiones, funciona hasta las 21 en caso de que tengamos la posibilidad de ofrecer la cena. No se da todos los días porque depende de las donaciones que contemos gracias al aporte de los comerciantes de la zona. Podemos servir guisos, pizzas, milanesas. A veces pueden provenir de nuestros bolsillos”. “Lo que solicitamos para que la comida se torne más frecuente es carne, fideos, arroz, tomate en lata, harina, condimentos, verdura”, agregó.
Daniel apuntó que “concurren alrededor de 30 personas, gran parte de ellas son hombres y mayores de 30 años. En este momento, tenemos una familia de seis integrantes con dos criaturas por ejemplo. Y con respecto a las mujeres, no suelen superar las 10”.
A modo de cierre, recalcó que “otro pilar fundamental del espacio vecinal es actuar como un escenario para poder contener a los niños del barrio”.