Rompe portones y petardos afectan no solo a quienes tienen el trastorno, sino también a cardíacos, bebés, personas con distintas discapacidades e incluso a veteranos de la Guerra de Malvinas.
Quilmeños con familiares con autismo presentaron la campaña “Más luces, menos ruido” con el objetivo de incentivar el reemplazo del artículos pirotécnicos de estruendo por fuegos artificiales de baja intensidad sonora, para celebrar Navidad y Año Nuevo, ya que pueden provocar graves consecuencias en la integridad de las personas que padecen el trastorno y en terceros.
Son los integrantes de la entidad TGD Padres TEA Quilmes Red Federal quienes lanzaron esta iniciativa que tendrá dos modalidades: la virtual y la presencial. Con respecto a la primera, desde el viernes pasado comenzaron a difundirla a través de las redes sociales como Facebook, Instagram y WhatsApp. En tanto, la otra se centrará en la charla y entrega de folletos en plazas de Quilmes en las vísperas de los brindis.
Asimismo, indicaron que este cambio cultural es también un bálsamo para enfermos cardíacos, bebés, niños, individuos con discapacidad cognitiva o neurológica, y hasta para los veteranos de la Guerra de Malvinas.
Karina Mariel Castagnola, referente local de la entidad, destacó que “es necesario reemplazar la pirotecnia de estruendo de alto impacto por el de tipo fría, de menos de 70 decibeles, y que hagan más luces que ruido”.
Además, detalló que los objetos como petardos o rompe portones provocan que “las personas con autismo se autolesionen -ya sea golpéandose o mordiéndose-, o lastimen a los demás, o directamente salgan corriendo y se pierdan, o que también sufran convulsiones”, al tiempo que recalcó que “las familias deben encerrarse todos juntos en el baño, o irse a dormir temprano, cerca de las 22, para evitar estos problemas”.
También, aclaró que la campaña “no atenta contra el derecho a trabajar de las personas que forman parte del rubro”.
Finalmente, valoró que “en la edición del año del año pasado, muchas personas nos dijeron que ya habían dejado de usar la pirotecnia con estruendo, y otras, que desconocían de las consecuencias que pueden traer, nos afirmaban que lo iban a dejar de usarlas”.