El nuevo obispo de Avellaneda y Lanús pide restaurar la iglesia

Al asumir el cargo aseguró que “las llamadas del Evangelio nos reclaman abandonar con decisión y con coraje formas antiguas y nuevas de clericalismo, autoritarismo, de violencias, de abusos”.

Monseñor Marcelo Maxi Margni asumió como nuevo titular de la Diócesis de Avellaneda Lanús y en su homilía de presentación llamó a renovar la iglesia, aseguró que la misma tendrá más presencia y adelantó que acompañará a aquellos que sufren por la pandemia de coronavirus.

En el marco de la fiesta de Nuestra Señora de la Merced, la asunción de Margni incluyó la celebración eucarística que comenzó con la lectura del decreto de designación del Papa Francisco y las palabras del arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Aurelio Poli, quien en su carácter de metropolitano también le entregó los atributos de pastor diocesano.

Con respecto a los cambios que debe desarrollar la curia, el ex auxiliar del Obispado de Quilmes señaló que “podemos animarnos a ponernos en camino hacia donde el Espíritu nos quiera llevar, buscando discernir juntos lo que el Espíritu dice hoy a las iglesias. Por eso podemos dejarnos renovar desde dentro, como creyentes y como comunidades, por las llamadas del Evangelio que nos pide abandonar con decisión y con coraje formas antiguas y nuevas de clericalismo, de autoritarismo, de violencias, de abusos”.

Asimismo, puntualizó que “vivimos este encuentro y esta celebración de nuestra comunidad diocesana, sin olvidarnos ni ser indiferentes a tantas hermanas y tantos hermanos de nuestro pueblo que están sufriendo, y están sufriendo duramente”.

Y destacó “traducirse en cercanía y cuidado, en solidaridad y presencia. Aquí, la Iglesia tiene una misión indelegable. Está llamada a tomar una posta; más aún, a abrir caminos”.

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