Afectados por la pandemia y las crisis económica generalizada, temen que muchos de estos locales barriales, la mayoría negocios familiares, comiencen a desaparecer.
Almaceneros de la región advirtieron que los locales de este rubro “corren peligro de cierre”, ya que están “sufriendo” una fuerte caída en las ventas, impulsada por el aumento de determinados productos de primera necesidad, y al hecho de que los valores de los servicios y alquileres se han incrementado considerablemente en el último tiempo.
La situación que vive este rubro se agravó con la pandemia de coronavirus y parece no tener salida. En ese marco, elevaron a las autoridades un pedido de ayuda con el objetivo de evitar que se concrete el pronóstico desalentador. Una de las medidas que sugirieron es que revisen la cadena de producción, ya que, consideraron, que “es ahí donde los precios aumentan una barbaridad”.
El presidente del Centro de Almaceneros de Avellaneda, Juan Carlos Imbroiniso, pronosticó que “no tienen un buen futuro los comercios del rubro, ya que si todo sigue como está, corren peligro de ir cerrando lentamente”.
Sobre este último punto, describió que los almacenes están sufriendo “una fuerte caída en sus ventas debido a que los precios aumentaron considerablemente y eso desalienta al consumidor a efectuar las compras en estos lugares, más teniendo en cuenta que la gente no tiene plata hoy en día”.
En relación a la suba de precios de los productos, profundizó en el tema de la carne al señalar que “los cortes más populares aumentaron irrisoriamente. Por ejemplo, el asado pasó de estar, durante el año pasado, de 350 pesos el kilo a 600, un 90 por ciento”.
En la misma línea, Imbroiniso mencionó que “otro producto que sufrió un importante aumento es la yerba. El kilo está a 250 pesos”.
“Son todos elementos de la canasta básica, de primera necesidad, los que se han encarecido y no encontramos explicación, no hay ningún motivo razonable”, añadió, y por eso solicitó que “las autoridades realicen un seguimiento en las cadenas de producción. Ni los almacenes ni los mayoristas somos los responsables de los aumentos”.
Posteriormente, opinó que es “lamentable que esto suceda en los comercios de barrio, que son comercios familiares y que tienen muchos años de historia”.
Futuro sombrío
Otro de los factores que hace aún más sombrío el diagnóstico de los almacenes de la región es el incremento de los servicios. “A nosotros nos vienen las boletas de agua, luz, gas y hasta la de teléfono con valores muy complicados de pagar. Eso nos está matando”, recalcó.
Y a la lista de los incremento de los valores, sumó el de los alquileres de los locales. Por eso, apuntó que “los precios se fueron a las nubes. Son imposibles pagarlos para algunos y nadie, hoy en día, se anima a poner un almacén”.
“Si alguien no hace algo es posible que el rubro desaparezca. La pandemia es muy dura y el aumento de los costos también. Como mencioné antes, no veo un buen futuro lamentablemente”, cerró preocupado el referente de los almaceneros de Avellaneda.