Funcionan a través del trabajo conjunto del municipio, diversas organizaciones, cultos y vecinos. Desde la comuna se señaló que se incrementará su número si la demanda lo requiere.
Al cumplirse un año de la creación de los Puntos Solidarios de Berazategui, gracias a los cuales se alimentan unas 300 familias en promedio por día, las autoridades municipales confirmaron que se pueden sumar más si la situación económica, influenciada por la segunda ola de coronavirus, “lo amerita”.
Funcionan de lunes a sábados gracias al esfuerzo mancomunado de representantes gubernamentales, organizaciones sociales e industriales, representantes de diferentes cultos y vecinos que están dispuestos a ayudar en uno de los momentos más críticos de la humanidad.
Instalados precisamente en Asunción-Mosconi, Belgrano, Villa Mitre, La Prosperidad, Once, 1° de Mayo, 12 de Octubre, María Angélica y Kennedy Norte, reciben a personas de bajo recursos, que reciben, de lunes a sábados, sus raciones de comida ideadas por un equipo de nutricionistas de la comuna.
Al respecto, la secretaria de Desarrollo Social y Comunitario, María Laura Lacava, expresó que “asisten a unas 300 familias en promedio por día, aunque a veces suelen ser menos, depende del momento del mes. Por ejemplo, baja si recibieron el pago de planes sociales a principios de mes, y luego alcanza esa cifra a mediados y a finales”.
Al tiempo que precisó que la cifra no supera las 300 familias, ya que, a diferencia de momentos del año pasado de la pandemia, “recibieron un aumento en las asignaciones, o en la Tarjeta Alimentar, o fueron incluidos en el Programa Potenciar Trabajo”, aunque remarcó que “si la situación lo amerita, el intendente Juan José Mussi va a disponer de más puntos porque siempre va a buscar asistir a la comunidad”.
Además, comentó, en diálogo con El Quilmeño, que el Municipio de Berazategui deja los lunes, en los Puntos Solidarios, “carne, pollo, verduras, alimentos no perecederos y huevos, a partir de los cuales se confeccionan los platos, cuyos menús son organizados por los nutricionistas de las comuna, que indican cuáles son los gramos y cómo se los deben cocinar”.
Y destacó el “trabajo de las diferentes organizaciones y de los propios vecinos que ayudan desinteresadamente”.