Braian Ross, el actor quilmeño que la rompe en El Marginal

Tras participar en varios castings asumió el papel de la versión joven del personaje Mario Borges, cuya faceta adulta es interpretada originalmente por el reconocido artista Claudio Rissi.

Tras vender churros en la esquina de la Peatonal Rivadavia e Yrigoyen o pañuelos arriba de los colectivos que van hacia el Puente 14 de Agosto, el actor quilmeño Braian Ross cumplió un nuevo sueño: formar parte de la cuarta temporada de El Marginal, acompañado por la actuación de Dalma Maradona.

Con una importante repercusión, Braian, un joven de 30 años que se recibió en la Escuela Municipal de Bellas Artes (EMBA) de Quilmes, participó en varios castings antes de asumir su flamante papel: la versión joven del personaje Mario Borges, cuya faceta adulta es interpretada originalmente por el reconocido artista Claudio Rissi.

Ross manifestó estar “contento por trabajar en una de las series más importantes de la actualidad. La vara estaba muy alta, pero por suerte la gente de la productora -Underground- y varios amigos y conocidos míos están conformes con lo que hice, de hecho, me escriben para felicitarme”.

“Estoy muy agradecido por todas las oportunidades que me dieron, el espacio que me brindaron para poner mi creatividad al servicio de esta historia. Siempre me pregunté si iba a estar a la altura de las circunstancias de la misma”, señaló el vecino de Quilmes Oeste.

Consultado por cómo fue hacer dupla con la hija mayor de “El 10”, manifestó, en diálogo con ElEsencial.Com, que “fue una experiencia espectacular. Siempre demostró ser buena compañera, humilde y tuvo una actuación buenísima”.

Un párrafo aparte le dedicó a su colega Claudio Rissi, cuyo desempeño tuvo en cuenta a la hora de concretar la interpretación: “Dialogué con él para que me ayudara a realizar el papel, me brindó muy buenos consejos y además, por mi parte, presté atención a su trabajo durante las temporadas pasadas para efectuar sus movimientos, formas y gags”.

No obstante no olvida su pasado al recalcar que “sigo siendo el mismo que vendía churros junto a mi madre en Yrigoyen y Rivadavia, o pañuelos en los colectivos 278, 324 y 580. También valoro mucho lo que me brindó la EMBA, donde me recibí. Me siento muy orgulloso del camino que hice y de mi lugar de origen”.

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