La expropiación de la planta de Wilde, aprobada por la Legislatura provincial, permite que 84 personas mantengan su fuente de empleo y siga funcionando una guardería.
Luego de que el Senado bonaerense convirtiera en ley la expropiación de su planta, trabajadores de la cooperativa textil Nueva Generación de Avellaneda anunciaron que retomarán sus actividades en ese lugar en la primera semana de febrero, al tiempo que expresaron que, a pesar de las idas y vueltas que tuvieron con respecto al tema, la demanda de sus productos experimentó un gran crecimiento.
En este sentido, resaltaron que 84 empleados volverán a llevar el ingreso a sus familias y 186 niños tendrán nuevamente su guardería, mientras sus madres realizan sus ocupaciones diarias.
Con respecto al retorno a la fábrica, ubicada en Coronel Méndez 1796, la presidenta de la cooperativa, Alicia Gutiérrez, manifestó que “estamos muy contentos porque sentimos que, salvando las diferencias, ganamos la guerra de Vietnam. Pensamos que el conflicto estaba absolutamente perdido, pero salió la ley de expropiación del edificio, fue aprobada por la Legislatura provincial sobre tablas”.
En diálogo con El Sureño, puntualizó que la poca expectativa que tenían sobre un resultado a favor se centró “en el desalojo que sufrimos el 7 de diciembre pasado. No teníamos muchas esperanzas, pero nunca bajamos los brazos”.
Ante la presente circunstancia, Gutiérrez anunció que en la primera semana de febrero volverán al establecimiento. “Sólo nos faltan ultimar algunos detalles, pero ya es un hecho. Volvemos a nuestra casa, la sentimos como tal”, subrayó.
Posteriormente, destacó: “Los 84 trabajadores y trabajadoras retornan a su lugar, de donde nunca nos tuvieron que haber sacado. Lo mismo para los 184 niños y niñas. Todos ellos, al igual que nosotros, tenemos una enorme felicidad”.
“Primero, vamos a ingresar, luego veremos el estado de las máquinas, ya que algunas sufrieron daños durante el desalojo, posteriormente haremos los arreglos correspondientes para ponernos a fabricar nuestros productos: ropa de trabajo, delantales para escuelas técnicas y los otros bienes que confeccionamos”, describió.
Asimismo, remarcó que “por suerte, y aunque parezca increíble, no bajamos la demanda, es más, tenemos muchos pedidos. Eso nos impulsa a seguir y vamos a dar nuestro mejor esfuerzo”.
Por otra parte, agradeció “a cooperativas, movimientos sociales y medios alternativos, quienes nos apoyaron durante todo el proceso. La incertidumbre duró casi un año, cuando se había dejado sin efecto la prohibición de los desalojos por la pandemia”.
La presidenta de la entidad, además, consideró que hubiese sido “injusto que nosotros nos quedáramos en la calle, dado que el predio estaba en un completo abandono. Fuimos los trabajadores los que pusimos en condiciones al lugar. En tanto los dueños nunca hicieron nada con relación a su mantenimiento”.
A modo de cierre, resaltó que “estamos muy ansiosos por retomar el trabajo en el edificio de la cooperativa, como dije antes, éramos un poco pesimistas, pero ahora nos queda continuar nuestra labor y apoyar a aquellos que lo necesiten”.