Este armamento recolectado, que termina siendo inutilizado y destruido, es el resultado del desarme anónimo y voluntario a cambio de un incentivo económico.
La delegación de la Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMAC), ubicada en el Municipio de Lanús, entregó un total de 250 armas de fuego y 5 mil municiones este año que fueron llevadas a la dependencia por vecinos en el marco del Programa Nacional de Entrega Voluntaria. Lo recolectado es el resultado del desarme anónimo y voluntario a cambio de un incentivo económico.
La convocatoria a la entrega de armas propuesta a través del programa de la ANMAC es abierta a cualquier persona, ya sea usuaria o no del arma o munición que entregue, y consiste en la recepción, inutilización y destrucción en horno de alta temperatura.
Además de los resultados arrojados a nivel local, el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación a través de la ANMAC ya recibió solo en este año de parte de la sociedad civil un total de 10 mil unidades.
Al respecto, desde la comuna local, mencionaron que “este programa, cuya respuesta social es positiva, está pensado como un método preventivo que apunta a reducir el riesgo de portar un arma de fuego, tanto en casos de conflictos interpersonales, violencia doméstica y accidentes”.
“Para su fin, cuenta con un sistema digitalizado que garantiza la transparencia en los pagos de incentivos. Con esta tecnología es posible auditar el proceso en tiempo real, ingresar al sistema y ver qué arma está siendo entregada, en qué lugar y cuál es el monto del incentivo asignado”, agregaron.
En primer lugar, el interesado debe llevar su revólver o pistola descargada al centro de recepción y un operador especializado confirmará si realmente no tiene municiones. Luego, se procederá a la identificación del arma y la realización del registro fotográfico para que, posteriormente, se lleve a cabo la rúbrica del acta que asigna el incentivo económico.
Después, el sistema asigna un código que asocia el arma, el acta y el incentivo. Momentos más tarde, el objeto pasa al proceso de inutilización gracias a la prensa hidráulica y se le brinda al vecino el acta y el cupón de pago.
A modo de cierre, el ex propietario del artefacto obtiene el cupón de incentivo en los centros de cobros que se encuentran habilitados.