Denuncian que los encuentros ilegales en Avellaneda no tienen control

Aseguran que el 0800 comunal no funciona después de las 17. La Policía se excusa de intervenir, asegurando que debe hacerlo el municipio porque es una contravención.

Vecinos de Avellaneda denunciaron que la línea telefónica 0800 de la Municipalidad no toma las denuncias sobre la realización de fiestas clandestinas y señalaron que, cuando lo hacen al 911, las fuerzas de seguridad les manifiestan que “le corresponde a la Comuna desalojarlas, ya que se trata más de contravenciones que de delitos”.

Son los integrantes de la cuenta de la red social Facebook “Foro Vecinal Avellaneda Segura”, quienes manifestaron que nadie los atiende a la hora de hacer el reclamo, al tiempo que mostraron su preocupación por las celebraciones ilegales, que hasta se llegan a hacer en plena calle, con cientos de personas y sin los protocolos necesarios para evitar la propagación de coronavirus.

No los escuchan

Los foristas comentaron que “cuando los vecinos llaman, por una fiesta clandestina, al 0-800-122-6263, no les toman el reclamo a la noche, es más, no hay nadie del otro lado del teléfono desde las 17 en algunas ocasiones. Y si lo hacen al 911, como suele publicitar en sus redes la comuna, les dicen que no les corresponde porque, según dijeron, se trata de una contravención. Las fuerzas de seguridad solo pueden intervenir si hay una pelea, robo u otros delitos graves”.

“El área que sólo puede desalojar o clausurar una fiesta clandestina es la Municipalidad. Pero lamentablemente, las personas que viven cerca de donde ocurren estos encuentros ilegales, no pueden descansar como corresponde porque los asistentes gritan, cantan, bailan y escuchan música a volumen muy alto”, describieron.

Las fiestas clandestinas -añadieron- “se realizan en su mayoría en barrios alejados del centro de Avellaneda, cuya zona es por donde más circulan los agentes municipales. A diferencia de ésta, no hay nadie que controle lugares como Corina y Sarandí, barrios donde las reuniones se desarrollan en plena calle hasta las 9 de la mañana”.

Posteriormente, se mostraron preocupados ante el riesgo epidemiológico que implica la concreción de grandes aglomeraciones, en el contexto de la pandemia. A propósito, declararon que “se llegan a juntar hasta 200 personas en plena calle. Sí, cortan la calle y se ponen a bailar sin autorización. Obviamente que tampoco hay protocolos para evitar contagios de coronavirus”.

Por eso, se preguntaron “por qué no van a los barrios, es muy fuerte el descontrol de las fiestas clandestinas que se llevan a cabo. Los vecinos tienen miedo a enfermarse”.

Asimismo, indicaron que “cuando los vecinos piden, a los asistentes de las fiestas, que bajen el volumen de la música, son insultados, increpados, amenazados, y, hasta en algunos casos, les arrojan piedras al frente de sus casas”.

Finalmente, señalaron que, al otro día, “todo queda hecho un desastre con las botellas de bebidas alcohólicas, las latas y los vasos de plásticos que quedan en la calle. Dejan todo sucio”.

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