Vanina Rodríguez vive en Tucumán y había dado a conocer, a través de las redes sociales, su intención de hallarlas en la zona Sur del Conurbano.
Una conmovedora historia tiene como escenario a la región ya que tres hermanas se reencontraron tras casi cuarenta años luego que una de ellas, oriunda de Tucumán, emprendiera una búsqueda a través de las redes sociales.
Si bien ya tiene un capítulo dorado, no concluye ahí el relato porque las mujeres manifestaron que decidieron no bajar los brazos hasta encontrar a una cuarta hija de sus padres, a la que supuestamente le cambiaron su nombre y apellido cuando tenía un año.
Todo comenzó gracias a que Vanina Rodríguez, quien reside en la capital tucumana, dio a conocer su caso mediante Facebook y posteriormente en una nota con El Quilmeño en su edición del lunes 17 de enero, en la que aseguró que iba a dar todo de sí para volver a abrazar a Victoria, Verónica y Agustina. Aunque lo pudo hacer con las primeras dos, adelantó que mantiene la esperanza de repetirlo con la tercera gracias al apoyo de sus otras hermanas.
En diálogo con este medio, Vanina consideró fundamental “una publicación que hicimos con mi hija en un grupo de Facebook de compra y venta de Berazategui y Quilmes, donde además de escribir la historia, realizamos el posteo de una foto de un documento que tenía mi papá donde figuraba su dirección en el barrio San José-San Mauro, de Berazategui”.
“Desde ese momento, empezaron a comentar que Victoria era conocida y que vivía en ese domicilio. De hecho, una vecina, que vive a unas 20 cuadras, fue a buscarla”, añadió.
La próxima etapa –continuó- consistió en el viaje a “Buenos Aires después de que con Victoria y Verónica, que es de La Tablada, La Matanza, organizáramos el viaje. Fue así que arribé a la terminal del Cruce Varela el viernes, y el sábado nos reencontramos las tres en la casa de Victoria”.
Visiblemente emocionada, reveló que “no lo podía creer, siempre me tuve fe, pero no pensé que con el posteo todo se iba a dar rápido. Las tres nos pusimos a llorar y a recordar vivencias alegres y tristes que tuvimos cuando éramos chiquitas. Resultó algo mágico”. Y luego, agregó: “El domingo estuvimos por el Cruce Varela también, pero esta vez para recorrer la casa donde fuimos criadas. Muchas sensaciones tuvimos”.
Después, Verónica, en la misma línea, contó que sintió “una mezcla rara de sensaciones y emociones encontradas porque nuestra historia fue muy triste y dolorosa. Nos perdimos muchas cosas que hoy no volverán, pero hoy estoy segura que nunca más vamos a perder contacto y que ahora vamos a vernos cada vez que podamos”.
El distanciamiento que tuvieron se produjo tras la muerte de la madre de ellas, Fermina, cuando Vanina tenía cinco años. Vanina y su hermano Martín viajaron junto a su padre Rodolfo a San Miguel de Tucumán, y Victoria y Verónica con la familia materna en Buenos Aires. Sin embargo, todos ellos nunca más volvieron a saber de Agustina. Al respecto adelantaron que “si bien supuestamente le cambiaron el nombre y apellido, vamos a hallarla”.